Tal consigna fue expuesta en una valla proselitista de esa fuerza con miras a las elecciones legislativas y presidenciales de este año.
«En medio de la tensión de la actual contienda electoral, con un bajo nivel de garantías, en medio de amenazas de muerte en nombre de aparatos fantasmas que aluden en términos violentos a propósitos semejantes a los de su partido, causa indignación y justa preocupación tal ambiente de estigmatización y de cruzada», subrayó.
Recalcó que el partido de gobierno, prevalido del control del ministerio público y de los organismos de defensa ciudadana, resucita el concepto de liberar el país de «comunismo» con el que se han legitimado los atropellos, la violación de los derechos humanos y el exterminio de opositores políticos y sociales.
Recordó que, en diciembre pasado, el Consejo Nacional Electoral restituyó la personería jurídica del Partido Comunista Colombiano, escamoteada por dos decenios, sin consideración por las reiteradas denuncias frente a las políticas de eliminación física, ataques a sus sedes, hostigamiento a su semanario Voz, espionaje y perfilamientos ilegales.
«La campaña anticomunista, anacrónica y perversa, no es nada distinto a una agresión, una revictimización que confirma la certeza de que el clima de odio y señalamiento tiene claros objetivos políticos de entorpecer los procesos de unidad y convergencia de las fuerzas alternativas», subrayó.
Agregó que estas fuerzas buscan una salida democrática de la crisis nacional agravada por la pandemia y por las políticas de su gobierno», subrayó.
El Partido Comunista Colombiano con otras fuerzas, partidos y personalidades democráticas hace parte del Pacto Histórico que busca un cambio político y social por una vía electoral, para impedir el retorno a la guerra, superar sus causas de fondo, restablecer el cumplimiento de los Acuerdos de paz del Estado, suprimir los privilegios y vencer la corrupción, señaló.
«En tales condiciones, es abiertamente contradictorio con la democracia pretender el favor popular mediante la exclusión de las y los comunistas y demás compatriotas de izquierda de la vida pública del país», manifestó.
Reclamó todas las garantías constitucionales para el libre ejercicio de la actividad del Partido, como también de las organizaciones sociales, culturales, artísticas, políticas, vinculadas a la oposición y a la alternativa democrática al sistema actualmente existente.
«Esperamos que el gobierno tome todas las disposiciones para poner freno a las incitaciones al odio, a la estigmatización por razones ideológicas y a la publicidad insidiosa que estimula la violencia anticomunista», enfatizó.
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