En un artículo de opinión difundido en el diario Hoy, el reconocido comunicador Claudio Acosta, abordó la construcción del mencionado muro, objeto de discusiones en estos momentos luego de que el presidente, Luis Abinader, dio inicio a las obras.
Con esa iniciativa, que según Acosta, disparó los niveles de aceptación del presidente, no todo el mundo está de acuerdo, pero quienes han opinado sobre el tema, y probablemente también los observadores de graderío, coinciden no será suficiente para resolver el problema de la inmigración haitiana.
“La inmigración siempre encuentra la manera de colarse por las porosidades de una frontera extensa y abrupta, que es un negocio para quienes la custodian en nombre de la defensa y preservación de nuestra soberanía e integridad territorial”, agregó.
Para el periodista la valla tampoco impedirá el ingreso ilegal de todo tipo de mercancías, incluidas armas y drogas, pues los traficantes siempre se las arreglan para hacerse invisibles.
Y opinó que ocurrirá lo advertido por legisladores de la frontera, “la construcción de la valla encarecerá los servicios ofrecidos por las mafias de este y aquel lado las cuales dirigen el tráfico de ilegales, deben estar de plácemes, como lo harán también quienes cobran por mirar para otro lado cuando tratan de ingresar a territorio dominicano.
Sin dudas, estamos en presencia de un proyecto el cual ha levantado no pocas ronchas en esta sociedad pues mientras unos lo secundan, movimientos políticos y sociales lo consideran algo fuera de lugar y ajustado a otros tiempos, además una vergüenza pues separa a seres humanos y a dos pueblos hermanos.
El muro tendrá 160 kilómetros de extensión, con unas 170 torres de vigilancia y control, y 71 puertas de acceso.
La primera parte constará de 54 kilómetros con 19 torres, 10 puertas de accesos y 54 caminos para patrullaje y estarña lista en unos nueve meses, y la segunda, iniciará su construcción en el segundo semestre de este año.
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