Es muy carismático y viene de una de las villas asentadas en la localidad General Rodríguez, provincia de Buenos Aires.
Su naturalidad le ha sacado los colores a no pocos cronistas que han intentado hacer política con él y sus letras remiten, de manera cruda, a esa vida que le tocó desde que con 15 años comenzó a darle rima a su historia.
Pasó del día a la noche de su pequeña casita, donde vive con su madre, a estar en los programas de televisión más importantes, ser recibido por el propio presidente Alberto Fernández y acaba de llenar un estadio con 45 mil personas.
L-Gante, con sus 21 años, ya perdió su nombre de Elián Ángel Valenzuela, y es hoy un fenómeno que despierta seguidores, con un estilo propio nacido nada más y nada menos gracias a una pequeña laptop.
Ya tenía más de 176 millones de reproducciones en Youtube de varios de sus “traps” cuando en julio del pasado año la vicepresidenta Cristina Fernández, durante un acto, se refirió a él.
Y es que el joven músico logró con una pequeña netbook del programa Conectar Igualdad, impulsado bajo la gestión de la expresidenta, crear sus hits que se replican a toda hora por las calles de Argentina y más allá.
Con su fusión de trap y cumbia villera (género nacido en los barrios carenciales de este país), ha logrado llegar a un público masivo y es un fenómeno musical que llegó para quedarse.
“Soy el único artista que jamás pagó un empuje, una publicidad, nada”, le comentó al presidente Fernández, cuando visitó la Residencia de Olivos.
Por supuesto, las críticas que lo tildan de hacer apología a la droga, a la delincuencia no faltan. Ha sido vapuleado también por ciertos sectores, incluso cuando fue declarado visitante distinguido en la ciudad santafesina de Rosario.
Empero, L-Gante no pierde el rumbo, hace caso omiso y sigue adelante, consciente que su fenómeno también es de alta responsabilidad, sobre todo para los niños que siguen sus pasos.
A ellos, le dedicó una canción para enseñarles el Abecedario, que se hizo viral. Tal es así que la pieza repicó fuerte en su voz el estadio Monumental en el partido Argentina-Perú de las eliminatorias sudamericanas.
Hace pocos días llenó el recinto ferial Tecnópolis con un concierto gratuito que le sacó lágrimas y también le valió agresiones y noticias falsas, desmentidas por el propio ministro de Cultura, Tristán Bauer.
“Pasé una temporada en la que estuve muy expuesto, donde tuve críticas buenas y malas. Como joven que soy, agradezco que tengo los pies sobre la tierra”, expresó en días recientes el creador de Cumbia 420, quien por estos días suma otro éxito, acompañando a la cantante Tini Stoessel con el tema Bar.
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