En un Twitter muy escueto, el mandatario mexicano reiteró que a ambos los une la hermandad de nuestros pueblos y la lucha por la igualdad y la justicia.
En la reunión privada, precedida de un desayuno “brasileño” como le llamó López Obrador por tratarse de una frijolada (feijoada), participó también el canciller Marcelo Ebrard.
La visita de Lula se extendió hasta la tarde e incluyó la toma de la tradicional foto en uno de los murales de Diego Rivera que adornan el Palacio Nacional.
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