En un pronóstico anterior, la entidad dijo que el Producto Interno Bruto británico crecería en un 4,2 por ciento este año, pero este viernes lo disminuyó a 3,6 por ciento.
Se prevé que la economía británica comience a ralentizarse en los próximos meses, debido al impacto de la creciente inflación, las interrupciones en la cadena de suministros y el aumento de los impuestos, afirmó Suren Thiru, uno de los directivos de la BCC.
El especialista apuntó que la actual operación militar rusa en Ucrania también podría incrementar el golpe inflacionario que sufren los consumidores y las empresas y afectar los abastecimientos a nivel global.
Las BCC también achacaron el reajuste a los desencuentros que todavía prevalecen en las relaciones económicas entre el gobierno británico y la Unión Europea tras la salida del Reino Unido del bloque el año pasado, y al impacto de la pandemia de Covid-19.
El Banco de Inglaterra pronosticó días atrás que la inflación superará el siete por ciento en la primavera, para cuando está previsto que entre en vigor el aumento del 54 por ciento de la factura eléctrica y el nuevo impuesto sobre las contribuciones de los trabajadores y empleadores a la seguridad social.
En total, la tarifa anual por los servicios de electricidad y gas subirá hasta los dos mil 670 dólares a partir de abril, pero podría aumentar aún más en octubre, cuando el ente regulador ponga un nuevo tope al monto que pueden cobrar las compañías proveedoras.
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