La movilización opositora recorrió el centro de la ciudad hasta llegar a la plaza San Martín, donde se concentraban manifestantes progresistas contrarios a la vacancia y ambos bandos intercambiaron frases hostiles e insultos, mientras la policía formó barreras humanas para evitar enfrentamientos.
Hubo varios roces y cuando la protesta estaba cerca de su fin, el pequeño grupo del Partido Aprista arremetió contra una barrera para atacar a los progresistas y fue contenido con violencia por los uniformados.
La movilización opositora de Lima, como las anteriores, contó con un gran despliegue logístico, que incluyó autobuses contratados por los promotores que acarrearon manifestantes desde los diversos municipios de la capital peruana, según convocatorias difundidas por redes de Internet.
En el grupo partidario de la destitución de Castillo participaron políticos con escasa vigencia, como la socialcristiana Lourdes Nano y el exdirigente y exministro aprista Jorge del Castillo, cuyo partido perdió su inscripción electoral por no alcanzar el cinco por ciento de votos exigido para mantenerla.
Los defensores de Castillo y sus detractores de diversas ciudades realizaron también marchas a favor y en contra de la vacancia, que cobró nuevamente actualidad, tras declaraciones de una empresaria investigada por posible corrupción que habría involucrado a Castillo.
El congresista de extrema derecha Jorge Montoya anunció la presentación en el Parlamento de una nueva moción de vacancia por la causal legal de “incapacidad moral permanente”.
Si bien la correlación de fuerzas congresales es desfavorable a Castillo, los partidarios de la medida reconocen que es muy difícil que la moción logre los votos de dos terceras partes de lo legisladores, es decir 87 de 130, requeridos para la aprobación.
El analista político Omar Awapara declaró que solo un grupo reducido participa en las manifestaciones opositoras.
Añadió que Castillo cuenta con los votos parlamentarios suficientes para mantenerse en el cargo y la falta de liderazgo del impopular Congreso hace que no sea una alternativa.
“El presidente y el Ejecutivo han logrado construir una coalición dentro del Congreso que les permite sostener al Gobierno”, salvo que aparezca una prueba contundente de las acusaciones de corrupción que le lanzan sus detractores, aseguró el analista.
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