Aún no se confirmó si las explosiones son a consecuencia de un ataque contra el enclave o el resultado del entrenamiento que efectúan las tropas norteamericanas a las llamadas Fuerzas Democráticas de Siria que operan bajo su mando, divulgó el diario al-Watan.
Asimismo, helicópteros y drones estadounidenses intensificaron sus vuelos de reconocimiento y peinado en los alrededores del enclave.
Esta ilegal base estadounidense fue blanco de más de siete ataques con cohetes y todos fueron atribuidos a grupos de resistencia popular.
La ira popular se incrementa notablemente contra las prácticas de estas fuerzas, y durante los últimos dos años se reportaron ataques con explosivos contra convoyes o con cohetes contra sus bases, mientras tanto los militares y pobladores interceptan con frecuencia las columnas militares e impiden su paso, según los reportes difundidos.
A pesar de las repetidas denuncias de Siria en las Naciones Unidas y en los foros internacionales, Washington sigue manteniendo al menos 12 enclaves, en su mayoría en los campos de petróleo y gas, principalmente en la región de al-Jazira (este del Éufrates).
Esta presencia ilegal de las tropas norteamericanas, de acuerdo con las denuncias, incentiva la actividad terrorista y separatista y priva al pueblo de sus riquezas naturales ya que los militares de Estados Unidos y sus agrupaciones extremistas aliadas continúan el saqueo del trigo y el petróleo.
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