Aunque Francia depende menos del gas ruso que la Unión Europea en general, un 20 y un 40 por ciento, respectivamente, el impacto sería doble, por el aumento de la factura energética de las personas y del déficit fiscal para paliarlo.
Mi responsabilidad es preparar todos los escenarios, incluyendo el corte total y el incremento de los precios, declaró el ministro al canal BFM TV.
Según Le Maire, existe incertidumbre sobre la respuesta de Moscú, que enfrenta sanciones de Occidente por la operación militar lanzada contra Ucrania el 24 de febrero, argumentada con la necesidad de proteger a civiles en Donetsk y Lugansk de ataques de fuerzas reaccionarias de Kiev.
La exclusión del sistema de comunicaciones financieras Swift, la prohibición de vuelos y las acciones contra empresarios y políticos, forman parte de las medidas para afectar a Rusia, que denuncia el uso de Ucrania como nueva arma para ampliar la presencia de la OTAN en el este europeo.
De acuerdo con Le Maire, el gobierno francés desembolsará este año 22 mil millones de euros para proteger a los consumidores frente al alza de la factura energética, lo cual agravará el déficit.
Más temprano, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, reconoció la dependencia del gas ruso en Europa y calificó de esencial la importación del mismo.
No tenemos de momento cómo asegurar con otra fuente la calefacción, la movilidad, la transportación y la industria, admitió.
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