«Los participantes de Viena actúan y reaccionan en función de sus intereses y es comprensible», destacó Shamkhani, cuando el 98 por ciento del borrador del acuerdo ya está redactado y solo quedan algunos temas por resolver.
El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional publicó en Twitter que las acciones positivas y negativas de los países que participan en las conversaciones se realizan con el objetivo de asegurar intereses, algo que a su juicio es comprensible.
«Asegurar los intereses del pueblo iraní es el único factor que influye en nuestra interacción con el Grupo 4+1 (compuesto por Reino Unido, Francia, China y Rusia, más Alemania)», sentenció Shamjani.
Ali Baqeri Kani, el jefe negociador de Irán, regresó la víspera a Teherán para hacer consultas ordinarias, sin embargo, el equipo de expertos permanece en la capital austriaca para continuar las negaciones informales.
Las máximas autoridades del país de los persas remarcaron que es posible alcanzar un buen acuerdo en Viena, si la parte occidental presenta la voluntad necesaria, a la vez que han enfatizado que Teherán no esperará «años para ver si las negociaciones de Viena tendrán éxito o no».
Durante el fin de semana anterior el jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, realizó una visita relámpago a Teherán para resolver varios asuntos pendientes, relacionados con la renovación de votos del acuerdo nuclear de 2015.
La llegada a un resultado en los diálogos de Viena está relacionada directamente con la resolución de las dudas, señaló Grossi al concluir un encuentro con el jefe del órgano nuclear de Irán, Mohamad Eslami.
Irán avanza en octava ronda de conversaciones con el grupo 4+1, con el tema de la eliminación de las sanciones como una de sus principales prioridades, diálogos a los que se suma de forma indirecta Estados Unidos, debido a su retirada unilateral del convenio en 2018.
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