Mencionó el estallido social de octubre del 2019, que se expandió por todo el territorio, la crisis política y la demanda por un nuevo Pacto Social, la peor crisis sanitaria de los últimos 100 años, la mayor recesión de la economía mundial de los últimos 60 años y también la peor sequía de la historia del país.
“Estamos conscientes de la crítica, de no haber podido llegar a todos y a tiempo y, por supuesto, sentimos y lamentamos las dificultades que vivieron tantas familias chilenas”, acotó.
Entre las dificultades ejemplificó con la pandemia de la Covid-19 que “enfrentamos con un solo norte, proteger la salud” de la población, y comentó que dejan asegurado al próximo Gobierno de Gabriel Boric las vacunas necesarias para completar la segunda dosis de refuerzo.
Piñera resaltó que “pese a la magnitud de las crisis” su Gobierno “termina su mandato con una economía ordenada, una economía con ahorros y con un país en pleno crecimiento”.
“Más allá de nuestros errores o falencias, que los hubo, la acción del Gobierno encontró en demasiadas ocasiones una implacable obstrucción de una parte de la oposición y, también, muchas veces, críticas que nos parecieron injustas porque no consideraron las dificultades del momento”, remarcó.
Al nuevo Gobierno que encabezará Boric el 11 de marzo Piñera deseó “éxitos, sabiduría para distinguir lo bueno de lo malo, fuerza para impulsar los cambios necesarios y resiliencia para enfrentar las muchas dificultades que se van a cruzar en su camino”.
El presidente Piñera finaliza su período con la menor aprobación para un gobierno desde el retorno a la democracia en 1990 y deja herencias no deseadas como la crisis migratoria en el norte y el conflicto en el sur del país, donde vive el pueblo mapuche.
De acuerdo con una reciente encuesta realizada por Plaza Pública Cadem, el 71 por ciento de la ciudadanía desaprueba su gestión y solo 24 por ciento la avala.
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