Según reconoció, con el aumento de precio de materias primas, sus efectos recaen en el consumidor final y aludió a “dos caminos”, sin precisar, para paliar la subida del costo de la canasta básica.
Pero el Equipo de Representación de Jubilados y Pensionistas en el Banco de Previsión social alertó de una curva ascendente de precios desde antes del conflicto, que erosionó gradualmente a la población pasiva.
La inflación ya acumula un 3,28 de aumento en lo que va del año y el aumento de precios interanual marzo 2021-.febrero-2022, también muestra comportamiento creciente, de un 8.85 por ciento.
Alimentos y bebidas no alcohólicas fueron los principales rubros afectados al subir un 3,18 por ciento y los jubilados destacaron que esto se explica por encarecimientos de la carne, huevos y verduras, que en algunos de los vegetales oscilaron entre 20 y 44 por ciento.
Por otra parte, la subida de los combustibles encareció el transporte, y a su vez ascendió el gasto en la educación tanto útiles como matriculas.
El mencionado Equipo de Representación señaló que en enero de 2022, el aumento de pasividades fue de un 6.16 mientras que la inflación del año pasado fue de 7,96 “lo que evaporó más de la mitad de lo conseguido”.
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