En la localidad de Versalles, a unos 17 kilómetros al suroeste de esta capital, los gobernantes de las 27 naciones miembros y dirigentes de la Unión abordarán una agenda muy diferente a la concebida en principio por la presidencia francesa del Consejo de la UE: el modelo de crecimiento económico posterior a la Covid-19.
De acuerdo con París, los participantes debatirán durante dos días sobre la situación ucraniana y “la nueva realidad europea en materia de seguridad”, reunión que instalarán en la tarde el presidente anfitrión, Emmanuel Macron, y el titular del Consejo Europeo, Charles Michel.
El 24 de febrero Rusia lanzó una operación militar en Ucrania, tras acusarla de agredir a las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Lugansk, cuya independencia Moscú reconoció, y denunciar el interés de Occidente en extender aún más la presencia de la OTAN hacia el este del continente, con Kiev como punta de lanza.
A partir de este contexto, la UE aceleró el debate sobre el ingreso de Ucrania, Moldavia y Georgia a sus filas, sin que de momento los expertos vean posible la materialización de este paso.
Según el diario Le Figaro, Polonia, Bulgaria y otros seis estados lideran los esfuerzos para insertar a Kiev al bloque, sin que otros como Alemania, Italia, Países Bajos y Francia lo vean con buenos ojos, y se valora la opción de crear el nuevo estatus de socio privilegiado.
Otras fuentes mencionan el interés en enviar una señal a Rusia de que su vecino “pertenece a la familia europea”, sin que ello implique una adhesión inmediata, en un foro en el cual no estarían sobre la mesa nuevas sanciones contra Moscú, aunque sí el complicado tema de liberar a la UE de la dependencia del gas ruso.
En potencias como Alemania y Francia se admite que cambiar el modelo energético y eliminar o reducir las importaciones del gigante euroasiático no son un asunto de semanas ni meses.
Las fuentes renovables de energía, la diversificación de los proveedores de materias primas y la fabricación interna de semiconductores, son algunas de las propuestas francesas de cara a una soberanía que se sabe cuando menos desafiante.
También en el foco de los 27 estados miembros y de sus dirigentes estarán los asuntos de defensa, bajo el mismo discurso de la independencia, reforzado con la propuesta de impulsar proyectos comunes en el área de los armamentos.
La acogida a los refugiados ucranianos, los corredores humanitarios y la búsqueda del alto el fuego en el conflicto serán otros puntos del programa.
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