Las decisiones fueron tomadas menos de 48 horas después de aprobarse una moción de confianza en el nuevo gabinete ministerial, resultado que defraudó augurios y expectativas de la oposición de extrema derecha.
La vacancia va por su segundo intento y las interpelaciones apuntan al llamado plan B de ese sector, consistente en censurar (destituir) uno por uno a los ministros.
Según lo anunciado, el lunes el pleno congresal discutirá y votará si debate o descarta la moción de vacancia impulsada por los partidos de extrema derecha Renovación Popular, Fuerza Popular y Avanza País.
La admisión a debate requiere de 52 votos de los congresistas, dos más de los 50 que firmaron la moción y los impulsores de la iniciativa, esperan en lograr al menos que el presidente Pedro Castillo se presente ante el pleno y responda los cuestionamientos contenidos en la moción.
La vacancia difícilmente será aprobada, porque los cálculos indican que no alcanzará los 87 motos, dos tercios del total de congresistas.
El jefe de Estado, según el procedimiento establecido, puede fundamentar su defensa personalmente o hacerlo mediante un abogado, o hacer una exposición general y dejar la defensa jurídica en manos del defensor.
En cuanto a las interpelaciones, el objetivo más frágil es el ministro de Salud, Hernán Condori, cuyo retiro demandan el Colegio de Abogados y las facultades de medicina de las universidades, que cuestionan su solvencia profesional.
Por otra parte, a los problemas del gobierno se sumó el anuncio de la Fiscalía de Crimen Organizado, al informar de una investigación al entorno de funcionarios al servicio directo de Castillo, acusados de conformar un “gabinete en la sombra”, lo que es ilegal.
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