La jefa de gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, Gabriel Orozco, coordinador artístico, y Alejandra Frausto, secretaria de Cultura, presentaron el proyecto cuyos alcances van más allá de la recreación pues garantiza la conservación ambiental de una ciudad superpoblada y muy contaminada.
Los ponentes explicaron que el plan, titulado Chapultepec, Naturaleza y Cultura, se integra a uno de los parques naturales más grande del mundo, el cual se dividía hasta ahora en tres secciones, la primera de ellas y más conocida en la que están el Castillo, la exresidencia presidencial Los Pinos y otras muchas.
Esa primera sección tiene 180,45 hectáreas. Una segunda de 168 ha y la tercera de 243, a las que se integra ahora la cuarta con 88 ha, y se mantiene una última -de hecho una quinta- pero sin formar parte del proyecto pues mantiene sus fines militares y no da acceso al público.
Aunque el grueso de la obra se concentra en la cuarta sección, las obras de rescate abarcan todo el parque en una remodelación que tiene por objeto preservar, mantener y enriquecer un ámbito ambiental básico para todo el valle de México, y a la vez, de una importancia cultural e histórico trascendente para el país.
Como dijo Frausto, se convierte así en el bosque natural cultural más grande del mundo, y en el escenario más relevante del país por ser parte imprescindible de la historia y del patrimonio cultural de México.
Allí está el Monumento a la Patria, más conocido como Niños Héroes de Chapultepec que defendieron con su vida la nación durante la invasión de Estados Unidos en 1847-1848 cuando le robaron a México la mitad de su territorio.
Esta cuarta sección pertenecía a la Secretaría de Defensa desde el año 1779 y la retuvieron totalmente hasta 2019 cuando el actual gobierno decidió iniciar esta grandiosa obra para disfrute del pueblo.
Sheinbaum recordó que, previo a la instalación del actual gobierno, esta cuarta parte quería privatizarla el gobierno del expresidente enrique Peña Nieto, venderla a extranjeros, y convertir ese pulmón de la ciudad en un bosque de cemento para crear un centro empresarial como el actual de Santa Fé.
Los neoliberales, señaló, buscaban un ingreso de mil millones de dólares y cambiar por dinero la historia, la cultura, la salud ambiental y el disfrute del pueblo mexicano.
Ahora esa importante área ambiental se integra al gigantesco proyecto con todas las facilidades de transportación para que los visitantes las puedan recorrer en varias jornadas, pues es casi imposible hacerlo en un día.
Para ello construyen un cablebús (telesférico) de una extensión de cinco kilómetros que conectará las cuatro secciones, acompañada de una infraestructura peatonal y otras obras, y se quiere inaugurar en diciembre de 2023.
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