En su conferencia de prensa matutina diaria en el Palacio Nacional, el mandatario respondió así a una pregunta sobre declaraciones del canciller de España, José Manuel Albares, quien condicionó el apoyo de su Gobierno a la reforma eléctrica a que no afectara a Iberdrola, Repsol y otras empresas ibéricas.
López Obrador expresó que es importante se apruebe la reforma porque se evita que haya abusos, y puso como ejemplo a sociedades privadas que apoyan a alguien que pone una planta eólica, solar o a gas y lo que produce es supuestamente para autoconsumo, pero no es así.
Lo que hicieron fue crear una gran empresa y todos se volvieron socios de Iberdrola hasta convertirla en un monopolio que cobra caro al consumidor doméstico y paga menos por la luz que gastan sus empresas y negocios, y, además, reciben subsidios, y todas estas trampas se eliminan si se aprueba la reforma eléctrica, expresó.
Lo mismo, dijo, sucede con el litio detrás del cual están todos, porque la reforma también aclara que ese recurso debe ser explotado por la nación y no por empresas extranjeras, porque es un mineral estratégico para el desarrollo del país.
Alertó el presidente que no se podrá sustituir el petróleo si no hay un desarrollo del litio, imprescindible para concretar las energías alternativas.
Recordó que los diputados y senadores mexicanos son los que van a decidir y es interesante porque la reforma es un emplazamiento para ver quienes están a favor de la Comisión Federal de Electricidad, que es una empresa publica que da servicio al pueblo y propone no aumentar las tarifas.
Afirmó que México no quiere que le suceda lo mismo que pasa ahora en España y vaticinó que aun con todo el poder que tienen Repsol, Iberdrola y todas esas empresas, Madrid va a tener que ponerles un alto porque la gente ya no aguanta los precios de la energía eléctrica y el gas.
Es el caso también, señaló, de Estados Unidos con el aumento de los precios de la gasolina, «y vienen ahora a México a cargar combustible porque allá no hay quien los pague».
Aclaró que se está aplicando una política racional de subsidios para que no haya «gasolinazos» y poder acorralar a la inflación. Si no la aguantamos, aunque aumentemos la producción de crudo, esta acaba con todo por la carestía de la vida, advirtió.
Ahora, manifestó, tenemos una política diferente y nos ayuda, somos libres porque un país dominado por las empresas extranjeras qué esperanza puede asegurarle al pueblo, ninguna y eso ni siquiera es bueno para las mismas empresas.
Debe haber una separación de lo económico y lo político, y cuando el primero domina y controla lo político la mayoría de los ciudadanos no tiene protección. Es lo que estamos ahora experimentando en México: que se gobierno para todos, expresó.
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