Hace tres días tocó al litro de leche, y desde enero encarecieron la carne, hasta un 25 por ciento, huevos y verduras, que en algunos de los vegetales oscilaron entre 20 y 44 por ciento, a los que sumaron el ascenso de gastos en transporte y en la educación, tanto de útiles como de matrículas.
Para las subidas de precios en las panaderías, el gobierno esgrimió que Rusia y Ucrania acumulan el 30 por ciento de las exportaciones mundiales de trigo y en consecuencia el evento bélico se trasladó a los molinos y al consumidor.
Pero la explicación del ministro de ganadería, Fernando Mattos, sobre la subida de la carne a un inaccesible 25 por ciento más para las familias de contados recursos, convenció menos a la Unión de Vendedores que pidió la fijación de precios protectores.
El funcionario defendió en lógica neoliberal reflejar en lo interno que “la demanda internacional está determinando un incremento, y embarque de mercadería de todos los cortes de res”.
De otra parte el presidente del Frente amplio, Fernando Pereira, describió al gobierno, como “el de las excusas” porque antes de la guerra aumentó el combustible en un 30 por ciento. Dijo que llegó el momento de decir que hay carestía en Uruguay porque no se tuvo una política adecuada de precios y sobre todo porque hay un huracán de cola comercial que favorece a algunos uruguayos que concentraron tres mil millones de dólares en bancos uruguayos y en el exterior».
Contrastó que la gente va al almacén y encuentra que los productos subieron al doble, los frigoríficos tienen récord de ganancia pero la gente que vive del trabajo o la jubilación no puede acceder a la carne”
También desde el gobierno dijeron que no iban a bajar los salarios y las jubilaciones y los bajaron dos años consecutivos, añadió, y “hoy las maestras, policías, auxiliares, los trabajadores de las empresas públicas ganan 18 jornales menos de los que ganaban en el años 2019”.
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