Según dijo en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ya tuvo reuniones bilaterales con líderes del partido Congreso Popular General y con delegaciones del partido Islah, el Partido Socialista Yemení, la Organización Popular Unionista Nasserista y el Consejo de Transición del Sur.
En las próximas semanas, adelantó el alto representante, realizaré más consultas en Amman y Adén.
Pero en el frente militar, a veces el territorio cambia de manos una y otra vez y son los civiles los que pagan un precio inaceptable por decisiones sobre las cuales no tienen influencia, lamentó.
Naciones Unidas sigue comprometida en la el desarrollo de consultas con las partes interesadas yemeníes sobre el marco para un proceso inclusivo y de múltiples vías encaminado a una solución negociada del conflicto en Yemen, recalcó Grundberg.
Estas consultas tienen como objetivo recopilar puntos de vista de diferentes sectores en ese país sobre las prioridades inmediatas y a largo plazo de un proceso político inclusivo que ponga fin a la guerra.
Por su parte, el coordinador humanitario del organismo multilateral, Martin Griffiths, apuntó que luego de siete años de conflictis, Yemen se ha convertido “en una emergencia humanitaria crónica”.
Los precios de los alimentos allí casi se duplicaron el año pasado y podrían aumentar aún más en 2022 ya que alrededor de un tercio del trigo del país proviene de Rusia y Ucrania, subrayó.
Mañana, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, convocará junto con autoridades de Suiza y Suecia, a un evento de compromiso de alto nivel enfocado en abordar la crisis humanitaria en Yemen.
Altos representantes de la ONU alertaron sobre la grave escasez de fondos que obliga a reducir o cerrar programas del organismo multilateral de cuya asistencia dependen millones de personas en ese territorio.
De acuerdo con datos del Naciones Unidas, se estima que la respuesta en Yemen requerirá 4,27 mil millones para este año.
La víspera, un reporte conjunto de varias agencias de ONU alertó que Yemen está al borde de una catástrofe, con 17,4 millones de personas que necesitan ayuda para alimentarse y sobrevivir.
Esa nación padece una de las peores crisis humanitarias del mundo debido, en gran medida, al conflicto que enfrenta a tropas gubernamentales con rebeldes hutíes. La crisis escaló en 2015 con el comienzo de bombardeos de una coalición antiinsurgente liderada por Arabia Saudita.
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