La investigación elaborada por Naciones Unidas advierte que desde el golpe de Estado del año pasado los militares han mostrado un «flagrante desprecio por la vida humana» y han atacado deliberadamente a civiles.
El informe detalla numerosas atrocidades cometidas por los militares, incluido el bombardeo de áreas pobladas con armas pesadas, y una serie de asesinatos masivos de civiles.
Al respecto, cita casos en los que ciudadanos recibieron disparos en la cabeza, fueron quemados vivos, detenidos arbitrariamente, torturados o utilizados como escudos humanos.
Según la ONU, al menos mil 600 personas han muerto a manos de las fuerzas de seguridad en Myanmar desde el Golpe.
El reporte también se refiere a una serie de masacres por parte del ejército, incluido el asesinato de hasta 40 mujeres, hombres y niños en el estado de Kayah (centro-este) en diciembre pasado.
Quienes descubrieron los restos de las víctimas dijeron que algunos cuerpos estaban en posiciones que sugerían que habían tratado de escapar y habían sido quemados vivos, señala la ONU.
Además, las redadas en los hogares de cualquier persona sospechosa de disidencia “ocurren con una regularidad implacable”, según el documento, que cifra en al menos 12 mil 500 los que han sido detenidos durante el último año.
Cientos, si no miles, han sido sometidos a tortura, añade la pesquisa, que también habla de unas 325 personas, incluidos 16 niños, muertos bajo custodia.
El informe se basa en entrevistas con más de 155 víctimas, testigos y defensores, así como imágenes satelitales y secuencias de video.
La junta gobernante acusó previamente a la ONU de parcialidad y de tratar de interferir en sus asuntos internos, y rechazó las estimaciones anteriores del número de muertos citadas por los funcionarios.
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