La instancia que agrupa a las 19 administraciones departamentales del país acordó solicitar por una tercera vez la convocatoria a un sorteo de 15 mil labores temporales, como el iniciado en mayo de 2021, al que se presentaron 250 mil 605 necesitados.
Consistieron entonces en la contratación para 12 días durante seis meses en faenas de limpieza, mantenimientos y cuidados de instalaciones con un sueldo equivalente a 300 dólares, en medio de la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19.
El ministerio de Trabajo reconoció que se perdieron por lo menos 60 mil empleos formales, en tanto unos 100 mil uruguayos pasaron bajo la línea de la pobreza en 2020 de acuerdo con un estudio de la Universidad de la República.
Sin alivio, los intendentes consiguieron en octubre pasado prorrogar el mencionado programa hasta enero y luego a marzo de este año y convinieron hace horas en someter a la consideración del Parlamento otra edición del paliativo laboral hasta el 31 de mayo.
La cartera de trabajo declaró que el desempleo bajó en enero a una tasa del ocho por ciento, pero economistas del Instituto Cuesta Duarte de la central sindical Pit-Cnt, advirtieron que muchos de los puestos de trabajo creados son precarios,en parte corresponden a labores temporales agropecuarias y construcciones de términos fijos.
Respecto a la perspectiva por delante, el sindicato bancario sostuvo que a la política salarial de recortes impuesta por el Gobierno se suma ahora una inflación desbocada que abre una ola de carestía cuyo final no se avizora.
El director del Banco de Previsión social, Sixto Amaro, señaló que “la inflación va erosionando, a medida que avanza el año, el poder de compra de los sueldos y las jubilaciones”.
A ello agregó los factores exógenos derivados de la guerra de Ucrania, cuyos efectos seguramente tenderán a profundizar aún más “la desigualdad social que estimuló con su política económica el Gobierno”.
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