El organismo estima que desaparecerán del mercado tres de los ocho millones de barriles diarios que exporta Rusia, como consecuencia de que muchos países dejan de lado el crudo que oferta ese país como respuesta a su operación militar en Ucrania. Debido a la incertidumbre ante una situación muy cambiante por momentos, la AIE alertó sobre la mayor crisis de oferta del combustible por décadas, por lo que en su último informe mensual colocó a la baja sus previsiones de demanda global para el presente año.
La proyección recorta en 1,3 millones de barriles diarios las estimaciones de consumo entre el segundo y cuarto trimestre de 2022, lo que supone 950 mil barriles diarios menos en todo el año como promedio.
Según los cálculos de esa agencia, la demanda mundial se quedará en 99,7 millones de barriles diarios, 2,1 millones más que en 2021.
No obstante, alertó del peligro real de que falte petróleo, pues según plantea en el documento, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no está dispuesta a compensar el petróleo ruso, por lo que el déficit podría ascender a 700 mil barriles diarios.
Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos son los países que podrían ayudar a reponer este déficit, pero tal y como consideró la AIE por el momento no tienen intención de incrementar su producción.
La OPEP decidió en su reunión del pasado 2 de marzo un modesto aumento de bombeo de 400 mil barriles diarios de crudo en abril.
Ante tales proyecciones, los miembros de la AIE anunciaron a comienzos de este mes para tratar de aliviar las tensiones en los mercados por los elevados precios del crudo, que llegó hasta cerca de 130 dólares, sacar durante un mes 62,7 millones de barriles de sus reservas estratégicas.
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