Las líneas aéreas no se prepararon para un repunte tan repentino en el precio del combustible y, en la región, casi ninguna llegó a ejecutar coberturas o compras anticipadas de jet fuel que las protegiera de esta volatilidad, ocasionada por el conflicto entre Rusia y Ucrania, precisó la entidad.
Apenas empezaba a despejarse el mal tiempo, una nueva tormenta amenaza con frustrar los planes de recuperación de la industria aérea, valoró la IATA, en un análisis donde prevé serias implicaciones de las sanciones al crudo ruso para la aviación comercial con un impacto notable en el precio de los boletos y la demanda de pasajeros.
Aunque algunas regiones, como Europa y Asia, sentirán más fuerte la nueva crisis, Latinoamérica no está exenta, sobre todo porque sus principales compañías aéreas no están respaldadas por coberturas de jet fuel que les ayude a soportar los altos precios del crudo.
El informé indicó que la cobertura es un mecanismo de compra anticipada de cierta cantidad de combustible para aeronaves a un precio fijo establecido para su entrega a futuro, al que muchas aerolíneas acudían antes de la pandemia de la Covid-19, hasta que los precios del petróleo comenzaron a disminuir y desistieron de esa política.
Por eso no haber garantizado carburante a un menor costo deja a las líneas aéreas expuestas al nuevo escenario de volatilidad, y contra la pared a las más debilitadas financieramente, y sin mucho margen para evitar un aumento en el precio de los pasajes, precisó la IATA.
Agregó el documento que las aerolíneas de la región no suelen planificar compra anticipada de combustible, ni siquiera las norteamericanas, por ser una práctica más de las europeas y asiáticas equivalente al 30 o 80 por ciento de sus necesidades anuales.
Solo el Grupo Latam, la mayor aerolínea latinoamericana, cuenta con ese respaldo pero apenas de un 25 por ciento por trimestre y abarca hasta la primera mitad de 2022, según una declaración de su director financiero, Ramiro Alfonsín.
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