El secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, explicó en la conferencia de prensa matutina diaria del presidente Andrés Manuel López Obrador, en una de las numerosas salas de pasajeros, informó que, en este primer día de operaciones, tiene programadas 20 operaciones de Aeroméxico, Volaris, Viva Aerobus y Conviasa.
A ellos se unen dos vuelos particulares desde Estados Unidos particulares, y dos de carga de Laredo y Texas, y ya está lista también la base de helicópteros para las líneas de aerotaxis, que ya comienza a trabajar también desde distintos estados, incluida la capital.
Por su parte, Alfredo del Mazo, gobernador del estado de México donde está enclavada la base Santa Lucía donde el AIFA comparte territorio con el militar sin que haya algún tipo de interferencia.
El nuevo aeropuerto abarca seis mil hectáreas en total, cinco veces el área del Benito Juárez, de la Ciudad de México. Del Mazo presentó algunas obras viales para disminuir el tiempo de traslado y hacerlo más efectivo. Parte de las obras se hicieron en conjunto con los gobiernos de la Ciudad de México y del estado de Hidalgo de manera coordinada.
Cinco de las principales autopistas ya están construidas o en proceso, incluido el más importante distribuidor de acceso que da acceso por numerosos puntos a la principal entrada al AIFA, con las rutas de los Mexibus, primer transporte masivo en operar ya desde este mismo lunes, con numerosas rutas y salidas de diferentes lugares.
El gobernador especificó que ese gran distribuidor se convierte en el segundo más grande del país con seis movimientos para entrar y salir hacia el aeropuerto con igual cantidad de destinos o puntos de salida con sus respectivas autopistas.
Dijo que cada una tiene ocho sendas, y de ellas ya cuatro están completamente concluidas y otras dos en proceso por un problema en una travel (engarce de piezas de hormigón), que retrasó su terminación.
Por su parte, López Obrador informó que para el financiamiento del aeropuerto no se pidió ningún crédito, se hizo todo con dinero público gracias a la austeridad republicana y la lucha contra la corrupción. Tampoco se ha pedio nada para la refinería de petróleo de dos Bocas, ni para el Tren Maya, ni para otras grandes obras.
Todo es propiedad de México porque no se han hecho ni se harán concesiones, contrataciones a empresas extranjeras privadas ni a nacionales tampoco. Todo, absolutamente todo, es propiedad única del pueblo mexicano, del estado nacional.
El aeropuerto se construyó totalmente con ingenieros y arquitectos militares mexicanos y en un tiempo récord de dos años y medio, contra todos los malos pronósticos de los adversarios que aseguraban, argumentaban y daban elementos de que nunca se podría construir, recordó López Obrador.
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