De acuerdo con informes de la ONU, en esta nación hay unos dos millones 900 mil desplazados debido a décadas de conflictos y fenómenos meteorológicos extremos, como sequías e inundaciones, y de ellos dos millones 200 mil requieren ayuda urgente.
Es poco probable que esos ciudadanos regresen a sus lugares de origen a mediano plazo, porque las tierras donde vivían ahora son inadecuadas para la agricultura o el pastoreo, señaló Abdelmoula en la presentación del proyecto Saameynta (impacto en somalí).
Saameynta, rectorado por la ONU, pretende durante los próximos cuatro años brindar soluciones duraderas a los damnificados por los conflictos y efectos del cambio climático, que aquí suman 75 mil aproximadamente, además de fortalecer todos los campamentos para desplazados, informó.
La asistencia humanitaria por sí sola no puede abordar problemas crónicos como el desplazamiento masivo y las sequías e inundaciones recurrentes. Por eso, la gestión de medidas consistentes para socorrer a millones de ciudadanos es prioridad para nuestra organización, subrayó.
Según comentó, la ONU y otros organismos trabajarán con el gobierno para implementar la Estrategia Nacional de Soluciones Duraderas, con el objetivo de disminuir la dependencia de la ayuda humanitaria, reducir la pobreza y promover la integración de los desplazados.
La principal intención de Saameynta, acotó, es “aprovechar valores generados por la urbanización para proporcionar viviendas asequibles, oportunidades de empleo y activos comunitarios como infraestructura, instalaciones de riego, mercados y otras prioridades identificadas en las localidades afectadas por el desplazamiento”.
También, añadió, aumentará el acceso a servicios básicos de desplazados en las ciudades de Baidoa, Bossaso y Beletweyne, y garantizará la reinserción social de las mujeres y niñas, que enfrentan riesgos de violencia y acoso.
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