De Posada a Isotype, de Kollwitz a Catlett, es hasta cierto punto un homenaje a figuras de una técnica que no ha gozado de espacios prominentes a lo largo de la historia del arte, pese a que en muchas ocasiones tuvo un papel importante en temas políticos y sociales.
El hilo conductor de la muestra instalada en el Museo Nacional Reina Sofía de esta capital, parte de la obra del mexicano José Guadalupe Posada (1852-1913) y la alemana Kaethe Kollwitz (1867-1945) en una suerte de confrontación desde dos visiones.
Más incisivo Posada en sus denuncias y críticas sociales e implícitamente políticos, y más reflexiva y expositiva Kollwitz, al final ambos tuvieron gran influencia en artistas gráficos del propio México, Estados Unidos, China y la desaparecida Unión Soviética.
Asimismo, permitió crear un ámbito recurrente en otras naciones latinoamericanas, especialmente Perú, Colombia y Brasil, comentaron los comisarios de la muestra, el germano Benjamin Buchloh y la estadounidense Michelle Harewood.
La imagen gráfica se convirtió en un lenguaje universal en diferentes contextos, dijeron.
Son más de 450 obras realizadas con distintas técnicas (xilografía, punta seca, linóleo, litografía, entre otras), que buscan un sentido de lo popular y el vanguardismo, en un contexto marco por el exilio, la diáspora en medio del fascismo, y la guerra.
Muchas de ellas procedentes de importantes colecciones privadas e instituciones como The Metropolitan Museum of Art y el MoMA, de Nueva York; The Art Institute de Chicago; la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, en Washington; el Centre Pompidou, de Paris, o el Kunstmuseum de la Haya, explico Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía.
Son nueve salas divididas en cuatro grandes secciones los componentes de la exposición. Se inicia con las dos grandes figuras del grabado de finales del siglo XIX y principios
del XX que se convirtieron en referentes ineludibles en el desarrollo p osterior del arte gráfico, Posada, considerado por el comisario Buchloh como un símil de Andy Warhol en su época. y Kollwitz.
El segundo espacio está dedicada al expresionismo y concretamente a la producción gráfica de autores teutones como Max Beckmann, Otto Dix y George Grosz después de la Primera Guerra
Mundial.
La tercera parte, la más amplia de todas, aborda la labor del Taller de Gráfica Popular (TGP) de México, un colectivo fundado en 1937 en el que participaron un variado grupo de artistas de varios países, entre ellos el mexicano Leopoldo Méndez, el suizo Hannes Meyer o la estadounidense Elizabeth Catlett.
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