En su conferencia de prensa matutina mandatario dedicó el mayor tiempo a explicar el proyecto ecológico, que avanza en un 24 por ciento, precisamente en el lugar donde se construía el nuevo aeropuerto de Ciudad de México, el cual fue clausurado y trasladado a Santa Lucía, donde ayer fue inaugurado.
Las causas para paralizar esas obras fueron varias, entre ellas el altísimo costo y tiempo de construcción muy prolongado, unido a problemas ambientales, culturales y de seguridad pues se eliminaba todo el parque ecológico con su historia, incluyendo el lago, y no habría seguridad mínima pues es un humedal, sin firme, que se inunda frecuentemente y con terreno que cede mucho. El mandatario dijo que ya el decreto se encuentra en el Diario Oficial de la Federación e inmediatamente que se publique se convierte en ley y entra en vigor.
Ahora aquella selva de cemento que se iba a construir eliminando ese paraíso natural, se convierte en el mayor parque natural del mundo para disfrute de la gente.
Se prevé que las obras concluyan en 2023 y que este espacio esté abierto al público en 2024. Contará con un jardín central, canchas multiusos, una zona para juego de pelota, cancha de basquetbol y para fútbol, así como de béisbol y un área para patinaje, entre otras.
El responsable del proyecto, Iñaki Echeverría, explicó en detalles la obra y recordó que Texcoco fue la capital cultural del mundo nahua, una ciudad increíble, que siendo heredera de la cultura tolteca cuidó tanto a su población que no tuvo comparación en el mundo prehispánico.
Acolmiztli-Nezahualcóyotl, el Rey Poeta, fue su más ilustre gobernante. Se coronó en 1431 y dos años más tarde con el apoyo y la alianza del imperio México-Tenochtitlan se establece de manera definitiva en Texcoco. Toda esa historia se recupera ahora para conocimiento y disfrute de nacionales y extranjeros
Texcoco se encontraba en las orillas del lago al oriente de Nochtitlan, y era la sede de las amoxcalli más increíbles del mundo prehispánico. Las amoxcali son bibliotecas que tuvieron salones repletos de los códices más antiguos, complejos y extensos sobre historia, botánica, astronomía y matemáticas.
Se caracterizó por esa inmensa producción literaria de cantos y poemas, así como la existencia de la biblioteca más grande y nutrida de «amatl» o códices.
La zona lacustre más golpeada por el avance de la modernidad y que más extraña la ciudad, es el mítico lago de Texcoco, testigo del nacimiento del imperio Azteca y que abrazara el desarrollo de la gran Tenochtitlán, recordó.
Este espacio, ubicado en el borde de la zona metropolitana de la ciudad de México, puede hoy ser reclamado como una nueva ecología que incorpore naturaleza, cultura e infraestructura: una Ecología Cultural, dijo.
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