La nueva proyección fue presentada por la ministra de Planificación y Desarrollo Económico, Hala El-Said, durante una reunión del gabinete para analizar las propuestas para el año fiscal 2022-2023, que comienza el 1 de julio.
El-Said detalló que durante ese periodo las inversiones públicas aumentarán 15,2 por ciento, un punto porcentual menos a lo previsto antes.
Por su parte, el titular de Finanzas, Mohamed Maait, adelantó que el ejecutivo podría revisar los objetivos del próximo año fiscal como resultado del efecto del conflicto en Ucrania en la economía global.
Antes de su inicio, El Cairo planeó aumentar el superávit presupuestario al 2,0 por ciento, frente al 1,5 por ciento en el ejercicio fiscal actual, y reducir el déficit presupuestario general al 6,1 por ciento.
Además, el Gobierno se propuso reducir la relación entre la deuda bruta y el Producto Interno Bruto por debajo del 90 por ciento.
Maait anunció ayer un paquete de incentivos por valor de 130 mil millones de libras (poco más de siete mil millones de dólares) para mitigar las consecuencias del conflicto.
Según cifras oficiales, esta nación norafricana, con 103 millones de habitantes, es el mayor importador de trigo del mundo, con 5,5 millones de toneladas el pasado año, y el 80 por ciento de esa cifra provino de Rusia y Ucrania.
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