En declaraciones a la prensa tras una reunión con miembros del partido Rusia Unida, manifestó que los programas militares y biológicos estadounidenses que se han llevado a cabo en Ucrania son motivo de profunda preocupación y constituyen violaciones de la Convención sobre la prohibición de las armas biológicas y toxínicas.
Señaló que Moscú no entiende por qué razón Washington retrasa sin motivos el proceso de destrucción de sus armas químicas y aún no se ha deshecho de ellas, a pesar de disponer de todos los recursos tecnológicos, financieros y de cualquier otro tipo para hacerlo.
“Estados Unidos, a diferencia de Rusia, aún no ha destruido sus reservas de armas químicas. Se dijo que en Europa no hay tales armas, pero en Estados Unidos permanecen, y el ritmo de su destrucción es extremadamente bajo”, señaló.
Según Riabkov, su país lleva años tratando de fortalecer el régimen de esa Convención internacional y cuenta con el apoyo de sus aliados y asociados en materia de seguridad biotecnológica. Recordó que desde 2001 Washington ha estado bloqueando este proceso.
Informó que a finales de este año se celebrará una conferencia de examen de la convención sobre las armas biológicas en la cual Rusia promoverá iniciativas en ella.
“Esperamos que las fuerzas sensatas en la comunidad internacional se acerquen a este proceso de manera responsable”, apuntó el viceministro ruso.
Las evidencias halladas en biolaboratorios militares de Ucrania financiados por Estados Unidos confirmaron recientemente la veracidad de las denuncias del Kremlin sobre el peligro que constituye la militarización de Kiev para Rusia.
Durante la pasada semana, el Ministerio de Defensa ruso declaró que cuenta con pruebas sobre la existencia de una red de más de 30 laboratorios biológicos al servicio de la Agencia de Reducción de Amenazas del Departamento de Defensa estadounidense.
El jefe de las Fuerzas de Defensa de Radiación, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas, Ígor Kirílov, informó que el 24 de febrero, con el inicio de la operación militar rusa, estos centros recibieron una orden del Ministerio de Salud de Ucrania para destruir completamente los bioagentes en los laboratorios.
Señaló que lo necesario para continuar con el programa biológico militar fue retirado del territorio ucraniano antes de la eliminación de las pruebas.
Amplió que entre las prioridades de estos laboratorios estaba el monitoreo de la situación biológica en las presumibles áreas de despliegue de contingentes militares de los Estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
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