Tal decisión la obliga la situación en Ucrania y el impacto de las sanciones impuestas por occidente a Rusia.
El anuncio apareció ante la cámara baja del Parlamento alemán (Bundestag), donde admitió que la primera potencia económica europea tiene que reducir su dependencia energética de Rusia y diversificar sus fuentes de aprovisionamiento.
Scholz aseguró que Alemania tiene que ser independiente del gas y el petróleo de Rusia, y en general de las energías procedentes de combustibles fósiles.
Las autoridades germanas buscan que la situación en Ucrania no desvíe a esta nación de su objetivo de reducir el consumo de recursos que propician el cambio climático.
Un portavoz del ministerio de Economía explicó posteriormente que la red de gasoductos europeos conectada a puntos de suministro de GNL en la península Ibérica con el resto de Europa funciona, y ganó en flexibilidad durante los más recientes años.
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