Ese sector político dio ayer un nuevo paso al lograr las 33 firmas necesarias para presentar una moción de censura (cese) contra el polémico ministro de Salud, Hernán Condori, la cual había perdido fuerza tras un mensaje presidencial ante el Congreso, que llamó a una concertación con el Legislativo y prometió enmendar errores.
Condori fue interpelado por el pleno hace una semana y el principal impulsor de su destitución, Jorge Montoya, le dio un plazo de un mes para que haga efectivo lo ofrecido a los congresistas, pero ayer firmó sorpresivamente la interpelación.
El mismo día de la interpelación a Condori, fue sometido al mismo procedimiento el entonces ministro de Justicia, Ángel Yldefonso, quien salió aparentemente indemne, pero tres días después renunció “por la gobernabilidad”, según dijo, y todo indica que su retiro fue otro gesto de distensión del Gobierno.
Los detractores de Condori lo acusan de falta de competencia profesional -aunque el partido gobernante, Perú Libre, sostiene que lo discriminan por provinciano- y cuentan con el apoyo de las bancadas de extrema derecha y algunas centristas y de izquierda que podrían sumar mayoría y defenestrarlo.
El único partido de extrema derecha, Fuerza Popular, de la hija del exgobernante Alberto Fujimori, Keiko, se abstuvo de firmar la moción de censura a Condori y su vocero parlamentario, Hernando Guerra-García, dijo que lo está pensando.
La virtual abstención fujimorista alentó comentarios y conjeturas sobre un posible entendimiento con el Gobierno para que este no obstaculice el polémico indulto restablecido por el Tribunal Constitucional pese a que la Corte Suprema lo declaró ilegal.
Mientras tanto, el gobierno confirmó en una reunión con la secretaría técnica del Acuerdo Nacional una reunión de este mecanismo de concertación política y social, para tratar sobre la mano tendida por Castillo en su mensaje, para la concertación y la gobernabilidad.
A contramano de esos empeños, el congresista Montoya alentó la posibilidad de que se apruebe la vacancia de Castillo en la sesión del lunes próximo.
Ello supondría la quiebra del bloque contra la medida, formado por la izquierda y grupos de centro cuya suma impide que la oposición dura logre los 87 votos de congresistas (dos tercios del total) requeridos para aprobar la vacancia.
De otro lado, la conservadora presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, criticó al presidente Castillo por designar ministros cuestionados, aparente referencia a la designación del nuevo ministro de Justicia, señalado por defender como abogado a un acusado de violación.
El caso evidenció que la oposición mediática no ha cesado de lanzar ataques y denuncias contra el Gobierno y su buque insignia, el antiguo diario El Comercio dedica casi a diario sus editoriales a descalificar al Ejecutivo.
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