Según apuntó el titular por medio de un comunicado, el hecho de que las autoridades de facto no reabrieran las escuelas para esas estudiantes resulta una profunda decepción y un gran daño para ese país.
La negación de la educación viola los derechos de mujeres y niñas y pone en peligro el futuro de Afganistán en vista de las enormes contribuciones realizadas por la población femenina en ese territorio, subrayó Guterres.
Además, instó a las autoridades de facto a que abran las escuelas para todos los estudiantes y sin más demora en el próximo inicio del curso escolar.
Después de la salida intempestiva de las fuerzas de Estados Unidos, luego de unos 20 años de ocupación militar, y el retorno al poder del movimiento Talibán en agosto de 2021, la crisis en Afganistán se agudizó y millones de personas fueron desplazadas o huyeron del país.
Igualmente se registran numerosos retrocesos en temas como la igualdad de género, pues a muchas mujeres se les niega ahora la posibilidad de trabajar o asistir a la escuela.
Buena parte de los afganos temen el regreso del estricto régimen Talibán, cuyo anterior gobierno -el cual fue derrocado en 2000- cometió numerosos abusos, sobre todo contra las mujeres, las niñas y las minorías étnicas.
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