“Por ello, el restablecimiento de relaciones diplomáticas solo se podrá dar en el marco de la solución al tema marítimo pendiente”, dijo Arce aquí durante el acto conmemorativo del aniversario 143 de la defensa de Calama frente a la invasión chilena, en 1879.
Recordó el mandatario en este Día del Mar que al margen de las interpretaciones derrotistas, el fallo de la CIJ abrió un nuevo escenario en el diálogo bilateral.
“El ciclo de enfrentamiento se ha cerrado y se apertura una fase de acercamiento basado en la integración de los pueblos hermanados a través del diálogo, la cooperación y la complementariedad”, explicó el también catedrático universitario.
La CIJ dictaminó en 2018 que Chile no está obligada a negociar una salida soberana al mar para Bolivia, sin embargo, instó a sus autoridades a dialogar para hallar una solución a ese diferendo.
Expresó Arce que la parte chilena está “consciente de que el encierro boliviano es una de sus faltas internacionales más graves y del inmenso daño que ha cometido en 1879”.
Consideró que conforme a la conclusión de la Corte, Bolivia y Chile pueden continuar su diálogo e intercambios, en un espíritu de buena vecindad, para abordar asuntos relativos a la situación del enclaustramiento del país altiplánico.
Agregó que ambos han reconocido que esa solución es una materia de interés mutuo y subrayó que con una verdadera voluntad de las partes “pueden ser emprendidas negociaciones significativas”.
Recordó, así mismo, que el acceso al mar de Bolivia es un derecho irrenunciable e imprescriptible, establecido en el artículo 267 de la Constitución Política del Estado.
La carta magna también señala que “la solución efectiva al diferendo marítimo a través de medios pacíficos y el ejercicio pleno de la soberanía sobre dicho territorio, constituyen objetivos permanentes e irrenunciables del Estado boliviano”.
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