El pasado día 22 una delegación estadounidense encabezada por el subsecretario de Estado adjunto, Ethan Goldrich, ingresó de manera ilegal en territorio sirio, al igual que un responsable del Departamento de Asuntos Consulares y Derecho Civil del Ministerio de Asuntos Exteriores de Suecia.
Lo anterior fue confirmado por la Cancillería en cartas enviadas al presidente del Consejo de Seguridad y al secretario general de la ONU.
El texto de las dos misivas considera que estas visitas constituyen una flagrante violación de la soberanía siria y de las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas, los principios del derecho internacional y las resoluciones del Consejo de Seguridad relacionadas con esta nación.
La alegación de que estas acciones tienen como objetivo aliviar el sufrimiento de los sirios que residen en esas áreas y mitigar las repercusiones de la crisis es pura mentira, subrayó la Cancillería.
Aseguró que esta alegación refleja el doble rasero y la hipocresía de la administración estadounidense, que saquea el petróleo y gas sirios e impone medidas económicas coercitivas unilaterales ilegales que afectan al pueblo.
El ministerio condenó estas prácticas y reafirmó la determinación del Estado sirio de extender su soberanía sobre todo el territorio nacional y liberarlo de todas las formas de ocupación, ya que es un derecho garantizado por la Ley Internacional. Asimismo, instó a la comunidad internacional y las Naciones Unidas a condenar el apoyo de los países occidentales a grupos que están fuera de la ley y cuyas prácticas no corresponden a los valores humanos y civilizados.
Los países hostiles deben dejar permanentemente de practicar políticas destructivas y pervertidas que prolongan la crisis y el sufrimiento de todo el pueblo sirio, aseveró la Cancillería.
La región nororiental de al-Jazira está controlada por las llamadas Fuerzas Democráticas de Siria, apoyadas por el Pentágono, y que Damasco acusa de tener agenda separatista que favorece los programas estadounidenses.
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