Los expertos de la Facultad de Medicina Albert Einstein, de la Universidad Yeshiva, utilizaron la misma vacuna antitetánica que se administra a las personas, e inyectaron a ratones con tumores pancreáticos humanos.
A continuación, fusionaron el gen que codifica la toxina tetánica con la bacteria Listeria monocytogenes, no causante de enfermedades, que es muy hábil para infectar células y propagarse por los tejidos.
Según la revista Science Translational Medicine, para infectar y «tetanizar» los tumores, inyectaron las bacterias con sus cargas de genes tetánicos en los roedores vacunados.
«La bacteria Listeria es bastante débil y el sistema inmunitario de las personas y los animales la elimina fácilmente, excepto en las zonas tumorales”, explicaron los expertos. Dicho tratamiento aprovecha el hecho de que los tumores de páncreas son buenos para suprimir el sistema inmunitario y así protegerse.
“Esto significa que sólo las bacterias Listeria de la región del tumor sobreviven lo suficiente para infectar las células del tumor pancreático y que las células sanas no se infectan», enfatizaron los especialistas.
“Una vez que las bacterias Listeria infectaron las células tumorales, sus genes de toxina tetánica expresaron la proteína de toxina tetánica dentro de las células tumorales, desencadenando una fuerte respuesta inmunitaria”, argumentaron.
La toxina tetánica activó los linfocitos T de memoria específicos del tétanos preexistentes, haciendo que los linfocitos T CD4 atacaran y mataran a las células tumorales infectadas, señalaron.
Las respuestas de las células T se potenciaron añadiendo dosis bajas de gemcitabina, un fármaco de quimioterapia que reduce la supresión inmunitaria.
«El tratamiento redujo el tamaño de los tumores de páncreas en los ratones en una media del 80 por ciento y también disminuyó significativamente el número de metástasis en un 87 por ciento, mientras que los animales tratados vivieron un 40 por ciento más que los no tratados con dicha estrategia».
Los resultados indican que este enfoque podría ser una inmunoterapia válida para el cáncer de páncreas, así como para otros tipos de tumores difíciles de tratar como el de ovario, señalaron los científicos.
acl/joe