La medida, que entró en vigor la víspera, busca controlar las multitudes escandalosas, el consumo de alcohol en público y la creciente violencia asociada en el barrio de South Beach durante la actual temporada de vacaciones de primavera.
Los dueños de negocios afirman que las regulaciones los afectan injustamente, mientras defensores de los derechos civiles alegan que esas disposiciones buscan ahuyentar a los turistas negros, reportó la agencia Associated Press.
La alcaldía insiste en que la imposición del toque de queda se debe al mal comportamiento, no a la raza.
Dos tiroteos hirieron a cinco personas el fin de semana pasado en el conocido paseo marítimo Ocean Drive, donde funcionan decenas de bares, clubes nocturnos y restaurantes.
El año pasado, las autoridades locales también decretaron el estado de emergencia y el toque de queda después de que una persona resultó muerta en ese lugar y hubo más de un millar de detenidos.
Estados Unidos sufre actualmente un alza de la violencia armada, lo que el presidente Joe Biden calificó como una «epidemia que desangra al país».
Alrededor de dos tercios de las ciudades más pobladas de esta nación notificaron un incremento de homicidios en 2021, respecto al año anterior y una decena de urbes establecieron cifras máximas de asesinatos, la mayoría cometidos con un arma de fuego, reseñó la cadena televisiva CNN al citar datos de la Policía.
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