En 2018, Macri y sus aliados de Juntos por el Cambio contrajeron la mayor deuda de la historia con el FMI y la cargaron en las espaldas de generaciones de argentinos, aseveró Fernández a través de su perfil en la red social Twitter.
Asimismo, recordó que su predecesor tomó el cuestionado préstamo “después de haberse endeudado con acreedores privados por una suma que superaba los 100 mil millones de dólares. Lo hizo con la excusa de levantar ese pasivo, pero en realidad la mayor parte de ese dinero fue destinado a la fuga de capitales”.
Con los dólares recibidos no quedaron reservas ni se construyeron hospitales, escuelas, puentes o rutas. Todo se esfumó en manos de especuladores y con la pasividad del gobierno de entonces, afirmó.
Fernández señaló que, al asumir la Presidencia de esta nación, esa situación amenazaba la economía argentina.
Reestructuramos la deuda con los acreedores privados y pactamos refinanciar la del FMI. Nosotros no adquirimos ninguna de esos compromisos, pero pagar sin un acuerdo era imposible, apuntó.
Solo este año debíamos entregar 19 mil millones de dólares. No hacerlo nos conduciría a un default que irremediablemente paralizaría el crecimiento del país, añadió.
La víspera, el directorio del FMI aprobó el acuerdo con el Gobierno argentino, último paso requerido para cerrar la negociación entre ambas partes y evitar el vencimiento de la fecha de los pagos de intereses y capital a corto plazo.
En un contexto global de incertidumbre derivado de la pandemia de Covid-19 y de conflictos bélicos, logramos este convenio que nos permite visualizar un horizonte de crecimiento. La comunidad internacional nos acompañó, escribió Fernández en Twitter.
Los compromisos con el pueblo nos garantizan seguir creciendo, aumentando la inversión en obras públicas, creando empleo formal, promoviendo la inversión social, educativa y en ciencia y tecnología, explicó.
Este acuerdo no quita derechos ni propicia reformas laborales y jubilatorias. Tampoco dispone reformas estructurales en el Estado, precisó.
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