Según una nota difundida por la oficia del portavoz del secretario general, Griffiths visitará centros de entrega de ayuda y a familias y comunidades afectadas por la crisis humanitaria.
También se espera que se reúna con las autoridades de facto en Afganistán y aborden temas relacionados con la ayuda humanitaria.
Más tarde, el próximo jueves, la ONU y los gobiernos del Reino Unido, Alemania y Qatar serán coanfitriones de un evento de alto nivel sobre el apoyo a la respuesta humanitaria en territorio afgano.
Este lunes, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió que si los donantes internacionales cancelan los fondos solicitados, se pueden detener las operaciones de esa entidad de la ONU en Afganistán.
Más de la mitad de todos los afganos, 23 millones de personas, necesitan asistencia alimentaria de emergencia, pero la falta de fondos amenaza con detener las operaciones, difundió en su cuenta oficial en Twitter la oficina del PMA en Afganistán.
Esto ocurre cuando la nación centroasiática se enfrenta a una catástrofe humanitaria grave, con millones de personas que sufren hambre y se ven imposibilitadas de cubrir sus necesidades básicas.
De acuerdo con el PMA, se necesitaba 1,6 mil millones de dólares para continuar con su ayuda a las personas vulnerables en Afganistán.
Por su parte, el gobierno talibán enfatizó que la distribución de la asistencia debe realizarse a través de las instituciones nacionales con el fin de garantizar «transparencia» en ese proceso.
Después de la salida intempestiva de las fuerzas de Estados Unidos, luego de unos 20 años de ocupación militar, y el retorno al poder del movimiento Talibán en agosto de 2021, la crisis en Afganistán se agudizó y millones de personas fueron desplazadas o huyeron del país. Igualmente se registran numerosos retrocesos en temas como la igualdad de género, pues a muchas mujeres se les niega ahora la posibilidad de trabajar o asistir a la escuela.
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