El hecho tuvo lugar el pasado sábado en la noche, cuando un artefacto explosivo detonó y resultaron heridos más de una decena de personas, varias de gravedad y hasta el momento como resultado del atentado, murió también un menor de 12 años de edad.
De acuerdo con información suministrada por el hospital La Misericordia, la menor había sido trasladada esa institución luego del ataque, pero tras batallar por varios días murió este lunes.
«Toda nuestra solidaridad con la comunidad, los niños, niñas y demás víctimas por este grave hecho. Los niños y niñas deben estar siempre por fuera de todo conflicto», subrayó el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz.
Por su parte, la líder indígena Aida Quilcue remarcó que «la guerra parece no tener fin y está cada vez más naturalizada en Colombia. El dolor parece un sentimiento común» y la muerte de los dos niños «debe conmocionar al país».
El jefe de la Policía Nacional, Jorge Luis Vargas, aseguró que con absoluta contundencia y todas las capacidades de esa institución, en coordinación con la Fiscalía General, encontrarán a los responsables de la acción criminal, quienes serán llevados ante la justicia por los delitos de terrorismo y tentativa de homicidio.
«Atentar contra la integridad de los niños es un acto tan cobarde como infame», expresó la autoridad.
Hace casi tres semanas, también ocurrió una explosión similar en las inmediaciones de la estación de Policía del barrio de Sierra Morena, de Ciudad Bolívar.
Ambos hechos se registraron en medio de la contienda electoral que vive el país de cara a las presidenciales del 29 de mayo.
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