Un informe del Ministerio de Salud (Minsa) entregado a la prensa precisa que el pasado fin de semana partió hacia la provincia de Darién -cuya selva fronteriza con Colombia en 2021 fue ruta hacia el norteño país de más de 133 mil migrantes irregulares- de equipos, insumos, medicamentos y personal médico de la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo del Comando Sur.
Los ejercicios para comprobar la capacidad de respuesta ante desastres naturales, añadió el comunicado, incluye una gira médica y de forma simultánea el despliegue e instalación de un hospital de campaña, entre otras acciones.
El personal sanitario, entre ellos 150 galenos militares norteamericanos, conoció Prensa Latina, brindarán atención en medicina general, odontología, control prenatal, evaluaciones respiratorias enfocadas a detectar casos de Covid-19.
Además verificarán la marcha de la vacunación contra la enfermedad, apuntó el Coordinador Nacional del Equipo de Respuesta Rápida y Coordinador de Emergencias del Minsa, Kasim Portugal.
Entre las comunidades que visitarán desde el jueves 31 de marzo, están las de Bayamón y un día después Jungurodo; además con esta iniciativa esperan beneficiar a pobladores de las comarcas indígenas Guna Yala y Emberá Wounaan, indicó el funcionario.
Sobre estas maniobras, pobladores de la isla de Taboga, en el golfo de Panamá, a unos 20 kilómetros de la capital, reiteraron su denuncia a la violación del espacio aéreo, al observar aviones de guerra surcando los cielos del istmo.
De acuerdo con un comunicado de la agrupación social Coordinadora Victoriano Lorenzo(CVL), el sobrevuelo constante de aeronaves militares norteamericanas además de violar la soberanía del país, también atenta contra la Constitución de la República que prohíbe la presencia de tropas extranjeras en el territorio nacional.
Estados Unidos debe entender que Panamá no es su patio trasero, y no aceptaremos ahora ni nunca que nuestro país sea utilizado como plataforma de su Ejército para agredir a países hermanos del continente y del mundo, agrega ese texto.
Según el testimonio publicado en las redes sociales por Amilcar Gamboa, poblador de la Isla, las más recientes maniobras conjuntas anunciadas por el Ejecutivo ponen en peligro la vida no solo de sus hijos y familiares, sino la de todos los panameños.
Los vuelos de helicópteros de guerra, dijo, pasaron rasantes sobre Taboga durante el día, varias veces tuvimos que resguardarnos familiares y vecinos, dada la peligrosidad que esto significa.
La CVL señaló en una Declaración que la presencia en Panamá de las naves de Estados Unidos traen el sonido de la guerra, la muerte, la desaparición de personas y el terror que sembró la invasión militar del 20 de diciembre de 1989 y reclamó una explicación del gobierno que desconoce la condición de neutralidad de la nación centroamericana.
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