De acuerdo con la agenda prevista, los miembros del Consejo abordarán asuntos relacionados con la Misión Integrada de Asistencia para la Transición de las Naciones Unidas en Sudán, que expira en junio próximo y se analiza su posible extensión.
Esa misión con sede en Jartum tiene un mandato que abarca todo el país, enfocado en apoyar la transición democrática en ese país, donde aumentó la inestabilidad desde el golpe de Estado de octubre de 2021. Por otra parte, autoridades locales expresaron a inicios de este mes preocupaciones con la Fuerza Provisional de Seguridad de las Naciones Unidas para Abyei (Unisfa, por sus siglas en inglés).
Funcionarios de Sudán del Sur pidieron a ese quipo de la ONU que refuerce la vigilancia en la región de Abyei para evitar nuevos enfrentamientos intercomunitarios.
Tal llamamiento del Ejecutivo sursudanés se da pocos días después de que el pasado 6 de marzo un ataque armado perpetrado por pastores de la etnia misseriya contra su similar dinka dejó saldo de 27 muertos y cuatro heridos,
La Unisfa, desplegada en junio de 2011, tiene el mandato de resguardar vidas y propiedades de los civiles.
Recientemente el secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó gran inquietud por el repunte de la violencia en el sur de Abyei, donde en días recientes grupos armados embistieron a personal de organizaciones humanitarias y patrullas de Naciones Unidas.
Según diversas fuentes, la región de Abyei, con unos 10 mil kilómetros cuadrados y rica en petróleo y otros recursos minerales, está en disputa desde que Sudán del Sur obtuvo su independencia de Sudán en 2011.
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