En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Seúl expresó su «profundo pesar» e instó a Tokio a abordar el problema, describiendo la medida como una distorsión de las verdades históricas.
El director general del Ministerio para asuntos de Asia-Pacífico, Lee Sang-ryeol, llamó a Naoki Kumagai, subjefe de misión de la embajada japonesa en Seúl, para que también entregue un mensaje formal de protesta.
La medida se produjo poco después de un anuncio del Ministerio de Educación de Japón sobre los resultados de su evaluación de libros de texto para estudiantes de segundo y tercer año de secundaria en todo el país a partir de 2023.
La expresión «movilización forzada» con respecto a los coreanos obligados a realizar trabajos forzados en las minas e instalaciones industriales de Japón se ha cambiado a «movilización» o «reclutamiento» en los materiales educativos censurados por el gobierno.
En cuanto a las mujeres coreanas esclavizadas sexualmente por el ejército imperial nipón, muchos de los libros de texto, aprobados por el Ministerio, han omitido la expresión «mujeres de consuelo en tiempos de guerra» o minimizado los hechos históricos relacionados.
Por otro lado, los libros dan más explicaciones sobre las afirmaciones de Japón de que Dokdo, un conjunto de islotes rocosos en el Mar del Este, le pertenece y que Surcorea está ocupando ilegalmente el territorio.
La cancillería surcoreana instó a Tokio a brindar una educación adecuada sobre la base del «espíritu de disculpa» que algunos de sus líderes hicieron en el pasado en relación con sus atrocidades durante la ocupación (1910-1945).
Sobre el tema de Dokdo, dejó en claro que ninguna de las afirmaciones fechas por las autoridades japonesas es aceptable.
Los funcionarios de Seúl enfatizaron que el archipiélago es una parte integral del territorio surcoreano desde el punto de vista histórico, geográfico y según el derecho internacional.
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