La pandilla, una de las que proliferan en el occidente nigeriano, atacó las ciudades de Guni y Kurgbaku, área de Munya, estado de Níger, y obligaron a huir a los pobladores, que abordaron la frágil embarcación siniestrada, según la narrativa en los medios.
Aunque se desconoce el número exacto de víctimas fatales del naufragio, fuentes en la zona los cifran en más de 20, varios de ellos menores.
El auge de los ataques de bandas de forajidos en el oeste nigeriano es otro de los graves problemas que aquejan a este vastos país del oeste africano, primer productor continental de petróleo, junto a las acciones del grupo islamista Boko Haram y los choques entre granjeros y pastores fulani en el norte.
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