En persa la jornada se conoce como Sizdah Bedar y reúne a los ciudadanos en torno a una especie de picnic en espacios abiertos, preferiblemente en parques con césped fresco y cerca de los arbustos que comienzan a florecer durante la primavera.
Durante esta ceremonia de comunión con la naturaleza, los iraníes disfrutan en familia y con amigos, justo el día antes del inicio del Ramadán, en grupos cantan, bailan, realizan juegos tradicionales y disfrutan de bebidas y comidas autóctonas, en lo que denominan frescor primaveral.
Se trata de una fiesta, muy estimada por los locales por tratarse de una antigua celebración que muestra la importancia que los persas otorgan al medio ambiente.
El día no culmina temprano porque se aprovecha cada minuto de alegría en los parques, jardines o en el campo, incluso algunos preparan comidas que comparten al aire libre con familiares y amigos.
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