En vísperas de la celebración por el Día Mundial de la Salud, fecha fundacional del organismo hace 74 años, señaló la entidad que el 99 por ciento de las personas respira aire insalubre debido principalmente a la quema de combustibles fósiles.
Un mundo que se calienta ve, como nunca antes, la propagación de enfermedades causadas por mosquitos. Los fenómenos meteorológicos extremos, la pérdida de biodiversidad, la degradación de la tierra y la escasez de agua desplazan a las comunidades y afectan su salud, alertó el comunicado.
Advirtió, asimismo, acerca de cómo la contaminación y los plásticos se encuentran en el fondo de los océanos y en las montañas más altas, e incluso se abren camino en la cadena alimentaria humana y en su torrente sanguíneo.
Los sistemas que producen alimentos y bebidas altamente procesados y poco saludables impulsan una ola de obesidad, aumentan el cáncer y las enfermedades cardíacas y generan hasta un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, remarcó la OMS.
La crisis sanitaria y social, enfatizó, está comprometiendo la capacidad de las personas para tomar el control de sus vidas.
Necesitamos soluciones transformadoras para liberar al mundo de su adicción a los combustibles fósiles, para reimaginar economías y sociedades centradas en el bienestar y para salvaguardar la salud del planeta de la que depende también la humana, dijo su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus
“La crisis climática es una crisis de salud: las mismas decisiones insostenibles que están matando a nuestro planeta están matando a la gente”, sentenció.
La pandemia de Covid-19, ahondó la comunicación, puso de relieve las líneas divisorias de la inequidad en todo el mundo y subrayó la urgencia de crear sociedades sostenibles, cuyos límites ecológicos no sean violentados y aseguren el acceso a herramientas positivas para las vidas, sistemas, políticas y entornos de las personas.
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