De acuerdo con cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU), 3,5 millones de niños ya están desnutridos y más de 700 mil sufren desnutrición aguda grave, lo que requiere apoyo urgente.
«Las enfermedades y la desnutrición tienen una relación sinérgica poco saludable», advirtió a la prensa Peter Graaff, representante en funciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la nación africana en conflicto.
Con la llegada de la temporada de escasez, las mujeres embarazadas y los niños corren mayor riesgo, incluso de muerte, aseguró.
El país ya enfrenta una catastrófica situación humanitaria donde los civiles son los más afectados a medida que continúan las hostilidades.
Las personas desplazadas que se refugian en zonas superpobladas carecen de acceso al agua y al saneamiento, a los alimentos y a los servicios más básicos, aseveró Graaff.
Cifras de la OMS aseguran que se han reportado más de 10 mil casos de cólera, cinco mil casos de sarampión, unos ocho mil casos de dengue y más de 1,2 millones de casos clínicos de malaria.
El aumento coincide con una “tormenta” en el sistema sanitario, con más de 80 de los 503 centros de salud gestionados por organizaciones de ayuda sin funcionar o funcionando parcialmente debido a la inseguridad y la falta de suministros o personal médicos.
Al mismo tiempo, casi 7,8 millones de personas fueron expulsadas de sus hogares en todo Sudán, incluidos 1,6 millones obligados a huir a través de sus fronteras.
Hasta el lunes, los desplazados internos se refugiaban en alrededor de seis mil 600 lugares en los 18 estados del país, un aumento de 112 lugares en comparación con la semana anterior.
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