La situación en el este de la provincia de Deir Ezzor es cada día peor en todos los sentidos y hay cada día más indignación popular hacia las prácticas represivas y terroristas de la FDS contra la población, informaron dirigentes tribales al diario al-Watan.
Denunciaron que esta formación ilegal continúa sus campañas de arrestos arbitrarios contra civiles, especialmente los jóvenes, mientras asedia y quema las casas en los poblados que presencian protestas que exigen su salida y la de sus patrocinadores de fuerzas estadounidenses.
Más del 95 por ciento de la población en las áreas controladas por la milicia están con el gobierno y ejército nacional, y quienes combaten en sus filas lo hacen por motivos meramente financieros, indicaron las fuentes.
Incluso en algunas localidades, como al-Hawaij, los habitantes, según el medio, izaron la bandera nacional desafiando todo el terror y las prácticas de intimidación.
Las FDS, de mayoría kurda, dominan la mayor parte de la región de Al-Jazira, rica de petróleo, y recibe armas, dinero y adiestramiento de las fuerzas de ocupación de Estados Unidos.
Las acciones de resistencia popular armada incrementaron contra esa agrupación incluso reportes de prensa confirmaron la muerte de al menos 10 de sus integrantes durante la última semana.
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