Tras su llegada a Kiev esta jornada, el comisionado confirmó el aumento a mil 500 millones de dólares de los fondos del Mecanismo de Paz Europeo, lo que representa tres veces el monto inicial aprobado al inicio de la guerra en territorio ucraniano.
Por su parte, Moscú rechaza los constantes intentos de militarización en esa nación europea, y asegura que dichas iniciativas solamente agudizarán las contradicciones.
En un comunicado de la Cancillería se informó, además, del retorno de diplomáticos europeos a Kiev en el marco de la mejora de la situación en la capital ucraniana.
Puedo confirmar que la UE vuelve a Kiev, es algo literal, así que podremos trabajar incluso más directamente y más estrechamente, aseguró.
Joseph Borrell arribó esta jornada junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a Ucrania para reunirse con el presidente de ese país, Vladimir Zelensky, al conocerse el quinto paquete de medidas punitivas impuestas a Moscú.
La justificación del bloque comunitario esta vez es la supuesta masacre cometida por tropas rusas en la ciudad ucraniana de Bucha, situada cerca de la capital Kiev, acusación que Moscú negó y denunció como un nuevo complot para satanizarla ante la comunidad internacional.
A esas sanciones se suma el pretendido aislamiento político a Moscú practicado por varios países de la UE, con la expulsión de su cuerpo diplomático.
Sobre el tema, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que la política de contención y debilitamiento deriva de una estrategia occidental a largo plazo, y constató que las sanciones afectaron seriamente toda la economía mundial.
Según Putin, Occidente persigue el objetivo de empeorar las condiciones de vida de millones de personas.
El pasado 24 de febrero, el mandatario ruso anunció el lanzamiento de una “operación militar especial” en Ucrania, con el objetivo de desmilitarizar y desnazificar ese territorio.
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