Para analistas locales, al elegir a Chaves, los costarricenses votaron por el cambio que pueda mejorar la grave situación que vive hoy esta nación centroamericana.
Escrutado el 98,43 por ciento de las seis mil 847 Juntas Receptoras de Votos (JRV), Chaves -un economista de 60 años de edad- ganó el balotaje del domingo 3 de abril por la primera magistratura tica, al obtener el 52,84 por ciento de los votos válidos emitidos.
Mientras su oponente, el exmandatario José María Figueres, del Partido Liberación Nacional (PLN), alcanzó el 47,16 por ciento, y el abstencionismo llegó al 43,24 por ciento, superior al de la primera ronda electoral el 6 de febrero pasado, cuando marcó 40,29 por ciento. Los votos nulos y en blanco suman 50 mil 860.
Con ese resultado, los electores ticos no sólo dieron la victoria al aspirante que basó su campaña proselitista en ser un antisistema y garantizar que en su gabinete no estará ninguno de los políticos nacionales que -según él- son los responsables de la grave situación económica y social de Costa Rica desde hace casi 40 años.
En otra rápida conclusión del resultado del balotaje, los costarricenses dieron un fuerte golpe al PLN, pues a pesar de ganar por amplio margen las elecciones parlamentarias, al obtener 19 escaños, la mayor bancada en la próxima legislatura que asumirá el 1 de mayo entrante, le infligió la tercera derrota en su aspiración de llegar a Casa Presidencial.
Otro dato curioso es que en los dos últimos -de tres al hilo- balotajes, el candidato que ocupó la segunda posición en la primera vuelta de los comicios generales, ganó la presidencia del país en la segunda ronda, tal como ocurrió ahora con Chaves y en 2018 con Carlos Alvarado, del Partido Acción Ciudadana (PAC).
También, que por tercera ocasión asumirá la presidencia de Costa Rica el representante de un partido que no es de los tradicionales, como si lo es el PLN.
En su discurso del triunfo en el capitalino hotel Radisson, Chaves afirmó que «recibo con la más profunda humildad esta decisión sagrada del pueblo costarricense, para mí no es un momento para festejar, este resultado no es una medalla ni trofeo, sino una enorme responsabilidad con muchas dificultades que todos vamos a solucionar».
Chaves prometió hacer su mayor esfuerzo y pidió guardar las banderas partidarias y unirse en una sola, la de Costa Rica, para salir adelante, al tiempo que aceptó la advertencia de los costarricenses que se abstuvieron de participar en esta segunda ronda, al cual calificó de partido más grande del país.
Ahora, resaltó, «nos toca cumplir y no se vale fallarle a Costa Rica».
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