Según el sitio lula.com.br, la nueva victoria se refiere a la investigación de los cargos de obstrucción judicial contra el fundador del Partido de los Trabajadores (PT), la exgobernante Dilma Rousseff y el exministro Aloizio Mercadante.
La denuncia se remitió a la primera instancia y se archivó tras seis años de investigación, por la ausencia de elementos que pudieran justificar el enjuiciamiento.
Para los abogados Cristiano Zanin y Valeska Teixeira, del equipo jurídico de Lula, la premisa de la acusación se basó en una farsa creada por la desarticulada operación judicial Lava Jato, en el caso conocido como Quadrilhão, nombre dado por la Policía Federal y el fiscal general Rodrigo Janot.
El calificativo fue utilizado por la prensa brasileña contra las supuestas organizaciones criminales del PT y el Partido del Movimiento Democrático Brasileño, las que Janot denunció ante el Supremo Tribunal Federal.
De acuerdo con los juristas defensores, «la situación confirma que Lula fue víctima del lawfare, consistente en el uso estratégico de las leyes para conseguir fines ilegítimos, en este caso para interferir en la escena política del país».
Medios periodísticos aseveran que las sucesivas victorias judiciales del exjefe de Estado y su familia no solo demuestran su inocencia, sino también atestiguan la intensa persecución legal y mediática de la que fue víctima.
Rehabilitado en la política tras recuperar sus derechos en marzo de 2021, el expresidente buscará en las justas comiciales de octubre un tercer mandato luego de cumplir 580 días de prisión política y tener anuladas sus condenas.
Ningún otro aspirante al Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo) le hace sombra a Lula, quien encabeza todos los sondeos de opinión con una consistente ventaja, pese a las intenciones de reelección del mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro.
jcm/ocs