El tenista ibérico, emplazado en lugar 46 del ranking mundial, aprovechó las dudas y la inactividad del ídolo de Belgrado para obtener una victoria memorable por 6-3, 6-7 y 6-1 que lo clasifica a la tercera ronda del torneo disputado sobre superficie de arcilla.
Djokovic ha estado en el centro de la opinión pública desde que fue imposibilitado de jugar en el Abierto de Australia por su negativa a vacunarse contra la Covid-19.
Posteriormente a ese escándalo debutó en la temporada en el Abierto de Dubai, en febrero, donde cayó ante el checo Jiri Vesely en los cuartos de final.
Más adelante, le fue negada la entrada a Estados Unidos por los mismos motivos que en Australia y se perdió los Masters de Indians Wells y Miami en marzo.
El fracaso aquí es aún más sonado para el serbio si se toma en cuenta que el Montecarlo Country Club ha devenido el cuartel general de sus entrenamientos durante la última década.
Antes del revés de este martes, Djokovic solo había perdido dos veces en su primer partido del certamen monegasco.
La primera fue en su primera participación, en el 2006, ante Roger Federer, y una década después, en el 2016, ante el propio Vesely.
Para Davidovich, el triunfo significa un hito importante en su carrera, y ahora en octavos de final jugará contra el ganador del partido entre el belga David Goffin, y el británico Daniel Evans.
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