Hasta el final del tercer trimestre del año pasado, la tasa de mortalidad fue de aproximadamente mil 58 por cada 100 mil estadounidenses, un aumento de casi el 10 por ciento con respecto al 2020.
De acuerdo con los Centros, las altas cifras se registraron mientras la pandemia de la Covid-19 hacía estragos y aumentaban las tasas de mortalidad atribuidas al cáncer, la diabetes y los accidentes cerebrovasculares.
El aumento de la tasa significó que casi 3,5 millones de estadounidenses murieron en los 12 meses que terminaron en septiembre de 2021, el mayor número de muertes jamás registrado en Estados Unidos en un solo año.
Gran parte del creciente número de decesos fue causado la enfermedad causada por el SARS-CoV-2, que costó 415 mil vidas en 2021, un número más elevado que el reportado durante el primer año del brote, a pesar de la disponibilidad de las vacunas.
El coronavirus Sars-Cov-2 fue responsable de más de una de cada 10 muertes en el año pasado, según los datos de los CDC.
Otras causas de mortalidad aumentaron ligeramente, como las enfermedades hepáticas crónicas, la diabetes, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Aunque los datos no están completos, los primeros indicios sugieren que las muertes relacionadas con las sobredosis de drogas también aumentaron sustancialmente.
Según los CDC, el año pasado fallecieron más de 105 mil personas a consecuencia del consumo de sustancias ilícitas, lo que supone un aumento de más del 10 por ciento respecto al año anterior.
Este número de muertes sin precedentes ha hecho que la esperanza de vida media de un estadounidense disminuyera a 76,6 años, más de dos años menos que en 2019.
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